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Querido Osvaldo, estoy segura que no es más que una de tus tantas bromas. La que se continúa del catafalco, que con tu mejor traje de terciopelo, tus distintivos anteojos de color, tus premios en la solapa y la máscara de tu rostro y tus manos realizadas por Lorena Guzmán, pusiste tu doble en un catafalco rodeado de luces de neón, para tener la experiencia virtual de estar muerto y vivo en el mismo momento, simulacro de la muerte, como también debe ser ésta.

Porque yo como tantos otros seguimos y seguiremos hablando con vos todos los días, sin vernos o viéndonos, quizás en algunas de las 7 cuerdas...

Querido Osvaldo, sabio, inteligente, audaz, transgresor, metódico con la siesta y la lectura, puntual, inquieto. Un guía.

Presencia ineludible, inspirador de artistas, generador de osadías y vanguardias, espíritu fantástico y peregrino como la comedia del Dante.

Solidario, generoso, apasionado, creador incansable, un mecenas, que cede una casa heredada en la calle Cangallo para alojar a los artistas, allí trabajaron: Carlos Gorriarena, Alberto Heredia, Oscar Smoje, Pablos Suárez, Victor Grippo, Emilio Renart, entre otros.

Pionero de la recuperación de San Telmo, cuando éste era un páramo, hoy decir San Telmo es decir Giesso; fundador de los teatros de San Telmo, hito en la época de la dictadura militar, donde tuvieron la posibilidad de actuar los actores proscriptos; eximio cocinero, entre los famosos ¨tallarines de salsa azul¨ y su copiosa colección de libros de cocina. La apertura del local La Flor de San Telmo donde se exhibían los productos realizados en el Instituto Di Tella. Trajo los lofts a la Argentina, reciclando edificios desocupados, que luego terminaros siendo una moda. Creador del Espacio Giesso, Director del Centro Cultural Recoleta que lo convierte en un icono de arte joven y vanguardista y Director de Artes Visuales. Y juntos creamos Transarte.

Tu espíritu sigue en mí, tus palabras me resuenan una y mil veces.

Hombre que hizo historia en la cultura argentina por su valentía y sus certezas, que hizo del arte una verdad a gritos.

Querido, descansa el cuerpo cansado, tu risa, tu mente despierta y tu espíritu seguirá acompañándonos a todos eternamente.

 

Ma. Adriana Budich

Escritora del libro MUNDO GIESSO

galería@adrianabudich.com

 

 

OSVALDO GIESSO

 

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